Ayer tuvimos clase de yoga en en el centre esportiu Joan Miro como cada lunes y miercoles y como de costumbre en la sala del sótano, justo debajo de los motores del spa
que no paran de sonar durante todo el rato, ayer como novedad venia una
mujer a probar la clase y dudo que se confirme su asistencia en un
futuro porque el audio de la clase o el sonido de fondo de la clase no
puede ser más entretenido o más curiosa la banda sonara de nuestra clase
de yoga con Franco, lo suyo fuera que no nos distrajeran muchas
cosas y que el silencio ayudara a relajarse pero no resulta facil con el
ruido de toda la maquinaria del spa que tenemos encima, para terminar
de incordiar solo entrar en la clase la temperatura era de 26,2 grados y
franco por instinto puso el aire acondicionado, con lo cual consiguió
bajar la temperatura a 22 grados al acabar la clase, pero muchas
usuarias se quejaron de que pasaron frio durante la practica del yoga en Barcelona,
tambien el espacio es limitado y no deberian admitir más alumnos en
esta aula de yoga de la tarde, porque si un dia nos diera por asistir a
todos los usuarios inscritos no cabriamos, yo diria que siempre fallan 4
o 5 y por este motivo cabemos por los pelos en el aula.
Despues de todos estos comentarios un poco de sentido que lo llamemos al yoga con franco: Yoga acuatico en Barcelona
, porque siempre oimos el remolino del agua sonar por encima de
nuestras cabezas o sino ponemos el aire acondicionado y nos mantenemos
en 26 grados de temperatura seria casi una clase de Sauna Yoga en Barcelona
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